La ELP, su FCPOL y el psicoanálisis aplicado en instituciones

“Aquí como allá, se prepara la ciencia rectificando la posición de la ética”
J. Lacan, Kant con Sade.

En nuestra época el psicoanálisis es objeto de ataques de diversa índole, que ocurren en lugares geográficamente distantes y adquieren formas variadas. Pero todos ellos tienen algo en común: provienen de una nueva alianza entre un cientifismo que ha adquirido un nuevo impulso bajo el estandarte de la neurociencia, las burocracias sanitarias, que tienen un lugar central en la nueva gestión biopolítica y los lobbies que representan ciertos intereses económicos y disputan espacios de poder.

Ante esta modalidad del discurso del amo reforzado por laciencia1 –que ha aprendido, por otra parte, a hacer un uso político de las formas más graves del malestar -los psicoanalistas debemos desarrollar nuestra política en más de un frente.

El más importante es, sin duda, la experiencia analítica misma, fuente de todos nuestros argumentos contra la imposición creciente de un universal que desprecia cualquier particularidad. Y nuestras escuelas prosiguen la demostración de la existencia de lo singular mediante el dispositivo del pase.

Otro frente, el del psicoanálisis aplicado en instituciones, adquiere gran importancia en estos momentos. Los psicoanalistas hemos estado presentes –y seguimos estándolo– desde hace mucho tiempo en instituciones y dispositivos muy diversos y en diferentes terrenos discursivos, tanto en la corriente central de la Salud Mental, como en ámbitos más “periféricos” del malestar.” El cambio de discurso ha transformado esta topología, los márgenes se han desplazado más al centro de la escena. Por otro lado, los nuevos diagnósticos constituyen una neolengua que determina una nueva subjetividad en la que el síntoma del sujeto es anulado.

Por todo ello el lugar y la voz de los psicoanalistas en los dispositivos a los que el malestar acude y donde es tratado –en ámbitos tan diversos como la salud mental, la salud, centros de servicios sociales, educativos, judiciales– cobran una importancia estratégica y política de primer orden, ya que no hay muchas voces que se opongan a lo que hoy día se suele imponer con la retórica de la evidencia y se introduce insensiblemente en las costumbres y en “las profundidades del gusto”.

Estamos abocados a un debate político y epistémico con el Otro social, ya que es imprescindible responder a las tentativas de exclusión del psicoanálisis, tentativas destinadas a despejar el terreno para imponer soluciones universales y segregativas, fomentando nuevas formas de conformismo.

Esta confrontación no será posible sin un constante debate epistémico en el interior del psicoanálisis mismo, que mantenga abierta la interrogación sobre la tensión entre las exigencias de lo terapeutico y los principios analíticos.

En la AMP y sus escuelas

La AMP nos aporta indicaciones para orientarnos en este ámbito de la acción lacaniana. Miquel Bassols, Presidente de la AMP, en su intervención en el pasado encuentro de Elucidación de Escuela2, puso de relieve que la Asociación Mundial de Psicoanálisis, tal como se especifica en sus estatutos, tiene por objeto promover el desarrollo del psicoanálisis en el mundo y especialmente toda acción de formación o de democratización del psicoanálisis, y para ello la AMP “impulsa en cada Escuela la creación de Centros de consulta gratuitos […] animados bajo la responsabilidad de miembros voluntarios de la AMP”3.

En la École de la Cause freudienne se ha llevado a cabo en los últimos años una evaluación de la experiencia de los CPCTs y, más en general, de toda una serie de iniciativas surgidas en el entorno de la escuela dentro del ámbito del psicoanálisis aplicado en instituciones de diversa índole. A partir de esta evaluación, el directorio de la ECF decidió crear la FIPA, Federación de Instituciones de Psicoanálisis Aplicado, que agrupa a 36 instituciones en Francia y Bélgica, entre las cuales hay 16 CPCT y 18 asociaciones o círculos clínicos -nombre este último reservado a las iniciativas surgidas de una asociación o de un servicio público de salud mental.

En las jornadas de debate y conversaciones clínicas de la FIPA se ha constatado que se puede y se debe llevar a cabo un verdadero trabajo de escuela a partir de los interrogantes suscitados por los tratamientos en esa variedad de instituciones, con el fin verificar si estamos a la altura de la tarea propuesta por Jacques-Alain Miller en 2003, quien en aquel entonces escribía: “Hace falta avanzar en el campo social, en el campo institucional, y prepararnos para la mutación de la forma del psicoanálisis. Su verdad eterna, su real transhistórico, no quedarán modificados por esta mutación. Por el contario, serán salvados si captamos la lógica de los tiempos modernos”4.

En las Primeras Jornadas de Estudios de la FIPA (Burdeos, marzo de 2016), el propio Jacques-Alain Miller destacaba el impacto de las diversas estructuras creadas por los psicoanalistas de orientación lacaniana, “que se deslizan en el tejido social, lo penetran en profundidad.” Añadiendo a continuación que “esta implantación […] constituye nuestro interface con la sociedad y la clase política […], participa de la defensa del psicoanálisis a condición de conservar la preocupación de un trabajo en intensión en torno a la casuística del psicoanálisis aplicado, tal como se efectúa para el psicoanálisis puro, con el fin de no quedar atrapado por el polo de la asistencia social”5.

Por otra parte, la Federación Americana de Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana ha lanzado recientemente un nuevo proyecto: la Red de Psicoanálisis Aplicado (RPA). Se trata, como se puede leer en la página de la FAPOL, de “formar una Red con los miembros de las tres Escuelas de América que realizan su práctica en los lugares asistenciales, tanto públicos como privados, hospitales, centros de salud, instituciones como Pausa, Ciec, CPCT, Centros universitarios de atención a la comunidad, prepagas, etc.” Todo ello tiene como objetivo, “la defensa del Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana, en los lugares donde nuestros miembros realizan su práctica, precisamente porque en la actualidad, esos lugares han sido tomados por otras orientaciones”.

La ELP y su fundación, FCPOL

La ELP tuvo su propia experiencia, que ya ha empezado a reevaluar en este nuevo momento histórico. Los CPCTs españoles no resistieron el impacto de la crisis que se desencadenó en 2008. Pero hay dispositivos institucionales de psicoanálisis aplicado que han seguido activos y otros han sido creados en distintos lugares de España. Por otra parte, un número importante de miembros de la ELP desarrollan alguna actividad en instituciones de muy diversa índole, en el ámbito de la salud mental, el sanitario, el educativo, el social, etc.

La FCPOL fue creada a iniciativa del Consejo de la ELP, en su momento, con el fin de dar un marco legal adecuado a los CPCTs, pero sus estatutos fueron redactados teniendo en cuenta una perspectiva más amplia. Así, en su artículo 6 leemos: “Los fines de interés general de la Fundación son colaborar en el desarrollo e inserción del psicoanálisis aplicado, promover la investigación inherente a su ámbito y apoyar las iniciativas que den respuesta a las necesidades de la sociedad contemporánea, allí donde el psicoanálisis pueda tener su implicación y aportar su orientación”.

La Fundación es un instrumento de la Escuela para desarrollar una política. Recordamos a los miembros que, tras la reforma de los estatutos impulsada por el anterior Directorio y el Consejo de la ELP, el principal órgano directivo de la FCPOL está constituido por el propio Consejo más los dos últimos ex-Presidentes (en la actualidad, Antoni Vicens y Santiago Castellanos).

Reunido el 4 de marzo en Barcelona, el Patronato aprobó la designación de una Dirección de la FCPOL, compuesta por Andrés Borderías, Susana Brignoni y Manuel Fernández Blanco.

Consideramos llegado el momento de llevar a cabo una amplia recensión de la presencia de los psicoanalistas miembros de la ELP en instituciones. Con tal fin, se ha redactado un cuestionario destinado a obtener una información actualizada, que será enviado en breve a todos los miembros.

Las informaciones que se obtendrán nos permitirán empezar a articular propuestas concretas a través de las cuales la FCPOL fomentará el debate clínico y la elucidación teórica, asegurando un trabajo en intensión destinado a mantener la orientación propia del psicoanálisis.

*Enric Berenguer, ex-presidente de la ELP y del patronato de la FCPOL. Fecha del artículo original: Marzo de 2017.

Notas:

  1. Léase Jacques-Alain Miller, intervención en la Tarde de la Garantía de la ECF, 21 de enero de 2017. La grafía “laciencia” fue propuesta por Marie-Hélène Brousse en LQ 624.
  2. “Elucidación de Escuela”, Madrid, septiembre de 2016.
  3. Estatutos de la AMP, artículo 2-apartado c.
  4. Jacques-Alain Miller, Le Neveu de Lacan, Editions Verdier.
  5. Citado por Patricia Bosquin-Caroz en “La FIPA: tensión entre psicoanálisis puro y aplicado”, texto presentado en la Asamblea de la AMP, Rio de Janeiro, 2016.

 

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