Sobre el significante ‘Trans’
El auge del fenómeno trans plantea cuestiones no sólo para nuestra clínica, sino también para el discurso analítico mismo.
Podemos cuestionar este fenómeno no tanto como una cuestión de estructura clínica sino como un síntoma de nuestro tiempo, un índice de la subjetividad de nuestra época.
Si podemos referirnos a un discurso trans, que de un modo aún no formulado constituiría una sombra del discurso analítico, podría plantearse como elaborado en torno a un nuevo significante amo, el propio significante ‘trans’.
Podríamos entonces tratar de rastrear la historia de este significante en la extracción de la raíz ‘trans’ de la serie de términos que implican travestido, transexual, transgénero, seguida de la reducción de esta raíz a la letra mínima que permite incluirla en la serie abierta LGTBIQ+.
Al mismo tiempo, podemos ser sensibles a cualquier anomalía o inconsistencia en esta serie formada por un compuesto heterogéneo de identificaciones y orientaciones sexuales y a cómo estas inconsistencias podrían salir a la luz en los registros culturales y políticos.
Ni siquiera está claro qué estatus lingüístico daríamos a este término «trans», ni al espacio que abre y delimita. ¿Su relación con su objeto es nominativa, transitiva o intransitiva? ¿Está incluso claro de qué tipo de objeto se trata? ¿O vemos más bien una nueva articulación en juego entre nominación, identificación y orientación sexual, en la que hasta cierto punto el significante parece haber absorbido al objeto?
Aquí quizá podríamos orientarnos por la referencia de Miller a la invención del sintagma de la psicosis ordinaria, que describe como un poderoso atractor de significados. Esto nos permitiría plantear el significante trans como un poderoso atractor de identificaciones, casi hasta el grado de que este significante mismo está cada vez más vaciado de contenido.
Al mismo tiempo, asistimos a algo del potencial disolvente de este significante, disolvente de las estructuras, categorías y clases establecidas, en la medida en que tiene el potencial de convertirse en un significante único, un significante unario sin calificación ni restricción, abriéndose a un nuevo campo de lo ilimitado.
¿Tendrá el movimiento trans, como discurso político organizado en torno a este significante singular, la capacidad de absorber, reconfigurar o asimilar los demás discursos elaborados en torno a él? ¿Cómo debemos leer este discurso en términos de su relación con el discurso analítico en particular?
Aquí podríamos retomar la referencia de Miller en su curso El banquete de los analistas a la invención por Cantor del transfinito, basada en su reelaboración del continuum. Miller se refiere específicamente a las operaciones que están en juego en la invención de Cantor del Aleph Cero, el primero de los números transfinitos, planteando este término como un correlato de la invención de Lacan del objeto pequeño a.
Miller esboza a continuación una concepción del pase que implicaría una transfinitización de la serie de significantes en el inconsciente, lo que llevaría a la invención de un nuevo significante capaz de designar el efecto ilimitado inherente a la serie misma. Sugiere que la invención de este nuevo significante fuera de la serie podría considerarse equivalente a la inscripción de una letra de goce.
¿Podría la cuestión trans abrir así un nuevo punto de pasaje para la clínica lacaniana contemporánea?
Psicoanalista en San Sebastián, miembro de la ELP y la AMP, ha participado en el Taller clínico sobre la cuestión Trans de la FCPOL.